Hoy nos visita Esther Vivas, autora del libro que más veces hemos citado en este podcast: Mamá Desobediente. Una lectura fundamental para madres y necesaria para el conjunto de la sociedad. Porque más allá de si eres o quieres ser madre, la maternidad es cosa de todxs por el simple hecho de ser hijxs.

Esther ha venido sin pelos en la lengua a hablar del negocio de la maternidad, a reivindicar la posibilidad del fracaso e incluso del arrepentimiento, a poner sobre la mesa la deuda que ha tenido el feminismo con la maternidad y la infancia y a denunciar la violencia obstétrica como lo que es, una forma de violencia de género más. También, a agradecer a quienes cuidan, a homenajear a las matronas, a celebrar a las no madres y a las madres no biológicas, a reivindicar la solidaridad entre mujeres y por supuesto, a tirar por tierra la guerra entre madres con modelos de crianza distintos, que a fin de cuentas es la trampa perfecta para tenernos divididas y hacernos el lío.

Importante: Este "akelarre" no hubiese sido lo mismo sin Rakel Gómez Vázquez, nuestra madre confidente. ¡No te lo pierdas!

Hoy recibimos nuestra primera visita del otro lado del charco. Nada más y nada menos que Juliana Gattas, lideresa del dúo argentino Miranda!

La actriz y cantante ha venido dispuesta a compartir su historia, la de una diva del pop que se queda embarazada en pleno auge de su carrera. Lo que viene siendo "el peor momento para ser madre" según un ejecutivo de la industria musical.

Por excepcional que pueda parecer su historia —que lo es, de verdad, no te la pierdas porque te vas a "cagar" de la risa, e incluso es posible que como a nosotras se te escape alguna que otra lágrima— la encrucijada en la que se vio Juliana es la de tantas madres que, bien porque no pueden, o porque no quieren renunciar a su trabajo, se ven obligadas a hacer mil y un malabares para poder conciliar.

Este episodio es un homenaje a Juana Carreras, su hija. También a Miriam, su cuidadora. Y por supuesto, un homenaje a todas vosotras, madres trabajadoras.

Con su visita, la actriz María Vázquez nos ha regalado un capítulo para enmarcar.
Aunque no hayamos sido capaces de ponernos de acuerdo en si la pizza está mejor —o no— con piña, o si mola más Friends que The Office, lo que sí tenemos claro es que el mundo sería un lugar mejor si las mujeres mandásemos en otros espacios que no fueran las casas. Si se apostara por las nuevas masculinidades —por el hombre que "hace", no el que "ayuda"—. Si aprendiésemos todxs a poner límites. Si abrazásemos la diversidad. Y por supuesto, si la conciliación fuese posible y real.
Desde aquí sólo podemos gritar: ¡María presidenta!