Episodios

  • La colera dormida de la Tierra: Volcanes
    Aug 12 2025

    Hubo un tiempo en que la Tierra aún no había aprendido a separarse. Todos los continentes formaban un único cuerpogigantesco llamado Pangea, como si el planeta aún estuviera abrazándose a sí mismo, sin decidir qué forma tomar. Era una época extraña, intermedia, una especie de adolescencia geológica en la que los reptiles dominaban los paisajesy los mares se extendían sin interrupciones. El Triásico llegaba a su fin, y con él, una calma engañosa.

    Porque debajo de aquella superficie inmensa y aparentemente estable, algo se estaba gestando.

    Hoy en día, si uno menciona las grandes extinciones de la historia de la Tierra, la mayoría piensa en la más famosa: la de los dinosaurios, hace 66 millones de años, cuando un meteorito impactó en lo que hoy es México y oscureció el cielo durante años. Otros quizá recuerden la extinción masiva del Pérmico, la mayor de todas, cuando casi el 90% de las especies desaparecieron.

    Pero hay una que rara vez se menciona. Una gran muerte silenciosa, como borrada del recuerdo colectivo. O quizá sea que ocurrió tan atrás en el tiempo, y de forma tan paulatina yprofunda, que apenas dejó fósiles lo bastante dramáticos como para capturar la imaginación humana. La extinción del Triásico-Jurásico, hace aproximadamente 201 millones de años, fue una muerte larga… ardiente… y subterránea.

    No llegó del cielo. No vino en forma de cometa, ni como un castigo divino desde las estrellas. No hubo impactovisible, ni cráter que sirva hoy de referencia. Lo que ocurrió entonces fue aún más inquietante: la Tierra decidió abrirse desde dentro.

    Y cuando lo hizo, lo cambió todo.

    Aquella fue una muerte sin rostro, sin ruido inmediato. Pero su eco retumba todavía en nuestros genes, en las piedras que pisamos y en la historia que aprendimos de los libros: porque fue ese evento, y no otro, el que le abrió el camino a los dinosaurios para que conquistaran el planeta. Si no hubiese ocurrido, si el fuego no hubiera arrasado primero, nunca habrían reinado. Nunca habrían dejado huellas. Y quizánosotros tampoco estaríamos aquí.

    ¿No es curioso? Que para que algo pueda nacer, otra cosa deba morir primero. Que el mundo tenga que reiniciarse,con dolor, cada cierto tiempo. Como si la vida se escribiera a base de capítulos... y cada capítulo empezara con una página en llamas.

    Y así, justo en el umbral de esa página ardiente, comienza nuestra historia.


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    55 m
  • Dorothy Louise Eady - Om Seti
    Aug 3 2025

    Hay historias que empiezan con una fecha, un lugar y unnombre. Y hay otras que comienzan con una caída. Literal. Como si el destino empujara a alguien para recordarle lo que había olvidado. La vida de Dorothy Louise Eady, más tarde conocida como Om Seti, pertenece sin duda a este segundotipo.

    Estamos en Londres, año 1907. Una niña de tres años juega en casa, revoloteando entre los muebles como cualquier criatura de su edad. Nada hace presagiar lo que va a ocurrir… hasta que un descuido, un traspié o quién sabe si algo más, la hace caer por unas escaleras de forma brutal. Queda inmóvil. Sus padres, aterrados, llaman al médico. Y este, tras examinarla, declara que la niña está muerta. Pero al poco tiempo, contra todo pronóstico, vuelve a la vida.

    Ese instante marca un antes y un después. Porque la Dorothyque se levanta del lecho no es del todo la misma que cayó. Algo se ha abierto, algo ha regresado con ella desde ese lugar al que por unos minutos viajó. Desde ese día, comienza a hablar de un “hogar” lejano, de un sitio que no está enInglaterra ni en esta época, un lugar lleno de columnas, de jardines de papiros, de sacerdotes y de templos bañados por el sol del desierto. Un lugar que los adultos a su alrededor no entienden… pero que ella identifica con una certeza inquebrantable: el Antiguo Egipto.

    A partir de entonces, los signos se multiplican. Tiene pesadillas, visiones, momentos en los que parece “irse” y hablar en otra lengua. Dibuja símbolos extraños que más tarde se identificarán como jeroglíficos, aunque ella no ha tenido jamás contacto con ellos. La pequeña empieza a decir frases que desconciertan a sus padres, como “quiero volver a mi casa verdadera”, “¿dónde está mi gente?” o “esto no es mi tiempo”.

    Los médicos hablan de trauma postraumático. Algunosfamiliares piensan que está inventando o que tiene una imaginación demasiado fértil. Pero Dorothy no duda. Cada palabra suya, cada gesto, está lleno de convicción. Algo dentro de ella se ha encendido, como una lámpara quellevaba siglos apagada.

    Es entonces cuando ocurre otro momento clave. En una visitaal Museo Británico, al llegar a la sala de antigüedades egipcias, la niña corre hacia una estatua de piedra, cae de rodillas, y comienza a besar sus pies. Sus padres, avergonzados, intentan apartarla, pero ella no quiereirse. Llora, suplica quedarse. Dice que “es su gente, su mundo, su hogar”. Y al mirar fijamente las imágenes de los faraones y dioses del Nilo, no lo hace con la curiosidad de una niña que aprende, sino con la emoción de alguien querecuerda.

    Aquella visita marcará el resto de su vida. Porque desde esemomento, Dorothy ya no será solo una niña británica con interés por la historia… sino una buscadora incansable, convencida de que su alma pertenecía a otra era. Y lo más desconcertante: no solo creía haber vivido en Egipto… sino que sabía con certeza quién había sido allí.

    Pero eso —su identidad pasada, sus memorias del templo, y el amor prohibido que cambiaría su destino— lo revelaría mucho más adelante. Lo que por ahora sabemos es que todo empezó con una caída. Y que a veces, para recordar lo que fuimos, hace falta morir un poco primero.


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    55 m
  • El Juicio del Mono
    Jul 27 2025

    El calor es sofocante. No es un calor cualquiera: es denso,espeso, casi pegajoso. Un calor que se mete por los poros y se enrosca en los pensamientos. Es julio de 1925, y el sol de Tennessee se derrama sobre las calles polvorientas del pequeño pueblo de Dayton, como si quisiera ser testigode lo que allí va a ocurrir. Los ventiladores giran lentos en las ventanas, las cigarras cantan como si presintieran algo, y las miradas se concentran en un solo lugar: el juzgado del condado de Rhea.

    Hay algo extraño en el ambiente. Como si el pueblo entero sehubiera convertido en escenario. Los vendedores ambulantes han montado puestos con figuras de monos de peluche, los niños corretean con caretas de Darwin y las cámaras de los periódicos más importantes del país apuntan hacia la puerta del tribunal. Por primera vez en la historia, un juicio será retransmitido en directo por radio. No se juzga un asesinato, ni un robo, ni siquiera una estafa. Se juzga una idea.

    Y esa idea es poderosa, incómoda, peligrosa. Porquecuestiona el origen mismo del ser humano. Porque se atreve a decir que el hombre no fue creado de barro por un dios en seis días, sino que evolucionó, poco a poco, durante millones de años, a partir de formas de vida más simples.Y eso, en este rincón profundamente religioso del sur de Estados Unidos, no solo es escandaloso: es ilegal.

    El acusado es John Scopes, un joven maestro de ciencias que,según dicen, enseñó a sus alumnos la teoría de la evolución de Darwin. Pero eso, en realidad, es lo de menos. Porque John es apenas un peón. Lo que se juega aquí es mucho más grande: es una batalla entre dos visiones del mundo.Una que mira al cielo buscando respuestas eternas, y otra que excava en la tierra buscando huesos de nuestros antepasados. Una que se arrodilla ante la fe, y otra que se abraza a la razón.

    ¿Puede ser delito pensar? ¿Puede una teoría científica serperseguida como si fuera una herejía? ¿Y qué ocurre cuando una ley pretende dictar lo que se puede enseñar, lo que se puede creer, o lo que se puede imaginar?

    Este juicio no fue solo eso. Fue un espectáculo, una farsa,un grito, un espejo deformante donde América se miró a sí misma y no supo si reír, llorar o esconderse.
    Y aunque ocurrió hace ya un siglo, sus ecos aún resuenan. Porque los dilemas que encendieron aquel verano siguen vivos en nuestras escuelas, en nuestros debates, en nuestra forma de entender quiénes somos y de dónde venimos.

    Así empieza esta historia. Con un calor sofocante. Con unmaestro en el banquillo. Y con una idea que se niega a ser encadenada.


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    54 m
  • Ecos de Humanidades Olvidadas
    Jul 20 2025

    En programas anteriores, nos sumergimos en las aguasturbulentas de la Atlántida… exploramos la tierra de los lemurianos… y nos asomamos al misterio de Mu. Allí descubrimos relatos de continentes sumergidos, culturas avanzadas, y civilizaciones que parecían salidas de un susurromitológico. Pero hoy… hoy queremos ir más allá.

    Porque si algo quedó flotando en el aire en todos esosrelatos… fue la sospecha de que, quizás, Atlántida, Lemuria y Mu no fueran simples islas perdidas, sino huellas dispersas de algo mucho más grande.De la posibilidad —tan fascinante como incómoda— de que no seamos la primera humanidad que ha caminado sobre la Tierra.

    Así que esta noche, en Los Misterios de la Historia, vamos adejar atrás los nombres propios y a adentrarnos en lo que podría ser la verdadera historia prohibida de nuestro planeta: la existencia de varias humanidades anteriores a la nuestra, algunas tan avanzadas que sus rastros todavía hoy nos desconciertan.

    Y para eso, vamos a asomarnos a piedras imposibles, túnelesexcavados en la roca viva, bloques gigantescos que desafían la física… y a una serie de enigmas arqueológicos que no encajan en los libros de historia.Lugares y vestigios que nos hacen preguntarnos, una y otra vez…

    ¿Existió otra humanidad?

    O, tal vez… ¿existieron muchas más?”


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    55 m
  • Lemuria, coetáneo de la Atlantida, y MU ?
    Jul 13 2025

    Dicen que mientras la Atlántida se sumergía entre olasencrespadas y ciudades de mármol quedaban sepultadas en silencio, había otra tierra, más antigua, más esquiva y quizás más pura, que susurraba su existencia desde las brumas del Índico y las aguas profundas del Pacífico. Una tierra llamada Lemuria.

    Y es curioso, porque si preguntamos por civilizaciones perdidas, casi todo el mundo nos habla de la Atlántida, de sus ejércitos poderosos, de sus templos fulgurantes, de su caída por soberbia. Pero Lemuria… ah, Lemuria es un susurro más tenue, es como un recuerdo lejano que apenas se atreve a alzarse entre las voces del tiempo, y sin embargo, para muchos, guarda secretos aún más hondos y espirituales que los de la propia Atlántida.

    Yo me pregunto, y te pregunto a ti que estás ahí, escuchandojunto al fuego invisible de esta conversación… ¿existió de verdad Lemuria?¿Quiénes eran esos seres misteriosos a los que llaman lemurianos? ¿Podría ser que convivieran con los atlantes, o incluso que sus destinos estuvieran entrelazados como dos hebras del mismo tapiz cósmico?

    Porque si Atlántida nos habla de tecnología y de poder,Lemuria parece hablarnos de otra cosa… de espiritualidad, de conexión, de vibraciones invisibles que algunos aseguran aún resuenan en el corazón del planeta.

    Hoy quiero que me acompañes a abrir esa puerta. Vamos aseguir las huellas casi borradas de Lemuria, a recorrer mapas que ya no existen, a rescatar nombres que flotan entre lo científico y lo esotérico, entre lo posible y lo legendario. Porque quizá, en el fondo, la historia de Lemuria sea menos la historia de un continente hundido… y más la historia de loque anhelamos ser.

    Así que ponte cómodo, abre la mente, porque vamos adescorrer el velo que cubre a la otra gran tierra perdida. Y puede que, tras esas brumas, descubramos que Lemuria no desapareció del todo… sino que sigue latiendo, en algún lugar que aún nos queda por recordar.


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    55 m
  • La Atlantida, mito o realidad
    Jul 6 2025

    Imaginad por un momento un mundo que se alzaba, orgulloso, sobre las aguas, un imperio tan vasto que decían que superaba en tamaño a Libia y Asia juntas, un lugar donde los templos brillaban con metales preciosos, donde los muros eran rojos, blancos y negros, y los muelles estaban tan llenos de barcos que parecían enjambres de abejas vibrando sobre el mar, imaginad ciudades de círculos concéntricos, puentes, canales, jardines colgantes y campos fértiles que daban fruto más allá de lo imaginable, y ahora imaginad quetodo eso desapareció en una sola noche, tragado sin piedad por el océano, y que desde entonces, durante más de dos mil años, ha habitado un lugar extraño: no en los mapas, sino en el territorio inabarcable de los sueños, las leyendas y las obsesiones humanas, porque, dime, ¿cómo es posible que algo que tal vez nunca existió siga teniendo tanto poder sobre nuestra imaginación?

    Dicen que fue Platón quien sembró la semilla, que fue élquien escribió que más allá de las Columnas de Hércules, donde el mar se ensancha hacia el infinito, había una isla inmensa llamada Atlántida, hogar de un pueblo fuerte, sabio y rico, tan poderoso que quiso someter al mundo conocido, y que solo los atenienses, jóvenes y valientes, se alzaron contra su soberbia, y que los dioses, indignados por su orgullo y su codicia, la castigaron, haciendo temblar la tierra y desatando aguas tan furiosas que, en apenas un suspiro cósmico, la isla entera desapareció, sumergida en un abismo que aún hoy parece susurrar su nombre entre las corrientes marinas.

    Y entonces, uno se pregunta, ¿fue la Atlántida solo el sueñofebril de un filósofo que buscaba enseñar con metáforas sobre política y moral, o fue el eco lejano de una catástrofe real que la Humanidad se empeña en no olvidar?, porque el misterio se vuelve más profundo cuando sabemos que Platón asegura que su historia le llegó de Solón, el sabio legislador ateniense, quien, viajando hasta Egipto, oyó de labios de los sacerdotes que, miles de años antes, una gran civilización se perdió bajo las aguas, y uno se pregunta,si fue solo un cuento, ¿por qué ubicarlo en tiempos tan remotos?, ¿por qué dar tantos detalles sobre la geografía, la riqueza, la organización política, la religión de los atlantes?

    Y aquí estamos, miles de años después, con científicos,arqueólogos, místicos y aventureros, todos atrapados en la misma telaraña de preguntas, buscando señales bajo el mar, en cuevas, en mapas antiguos, porque algo en la Atlántida nos llama, nos inquieta y nos arrastra, como si no pudiéramos soportar la idea de que un mundo tan magnífico pudiera haberse esfumado sin dejar rastro, y quizá, lo que de verdad buscamos no es tanto una isla hundida, sino saber si lo que nos cuenta Platón es una advertencia, un espejo en el que mirarnos y ver el precio de la soberbia humana.

    Así que, dime tú, que me escuchas, con el corazónlatiéndote más fuerte, ¿dónde estaba la Atlántida?, ¿existió realmente?, ¿por qué su sombra sigue acechando los mapas, los libros y hasta las misiones secretas de exploración submarina?, ¿será que no queremos encontrarla… para quesiga viva en el reino de los sueños y los misterios?

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    55 m
  • Espias Españoles en la 2ª Guerra Mundial
    Jun 29 2025

    Corre el año 1942. Europa se desangra entre ruinas, camposarrasados y ciudades donde el humo ha sustituido al azul del cielo. Hitler extiende su sombra por casi todo el continente, mientras Churchill se agarra con uñas y dientes a una esperanza envuelta en niebla. Roosevelt planea el contraataque desde el otro lado del océano, Stalin resiste en el frío, y Mussolini empieza a tambalearse. Pero hay un país que, aunque no dispare, está muy lejos de ser neutral. España, recién salida de su propia guerra, juega al ajedrez con piezas marcadas. Nadie la mira directamente, pero todos la usan. Y entre sus calles, sus embajadas, sus estaciones de tren, sus restaurantes de postín y sus mercados de frontera... se está decidiendo parte del destino del mundo sin que suene una sola sirena de alarma.

    Porque en esa España “neutral”, que se vende como ajena alconflicto, operan espías de todos los colores. Nazis, aliados,soviéticos, franquistas, comunistas... todos han elegido nuestras tierras para cruzar mensajes, seguir barcos, ocultar fugitivos, falsificar pasaportes y manipular informes. Y lo hacen desde las sombras, con trajes impecables o batasde médico, con mantillas de señora o con pasamontañas de frontera.

    Pero esta no es una historia cualquiera de espías. Esta esla historia de los espías españoles —y de algunos que se hicieron nuestros por amor, por exilio o por supervivencia—, que jugaron sus cartas en la Segunda Guerra Mundial sin que nadie les diera un mapa claro, sin saber a veces si lo que hacían salvaba o condenaba. Algunos sirvieron a Hitler. Otrosle engañaron. Algunos trabajaron para los aliados desde los salones del franquismo. Otros lo hicieron desde las cunetas de su propia tragedia personal.

    En este programa vamos a abrir la puerta oculta tras elbiombo de la historia oficial. Vamos a seguir los pasos de Garbo, Araceli, Larissa Swirski, la condesa de Romanones, África de las Heras, Eduardo Martínez Alonso... y otros nombres que apenas dejaron rastro pero que tejieron redesque ayudaron a cambiar el curso de la guerra.

    Y todo esto ocurrió aquí. En Madrid, en Ceuta, en Gibraltar,en Tánger, en Lisboa. Aquí, donde el café se servía con doble fondo, donde los telegramas cruzaban océanos disfrazados de recetas de cocina, y donde una niña podía llevar en su bota el negativo que evitaba una invasión.

    Esta es la historia de una guerra que no se peleó confusiles. Una guerra de rostros y silencios. Una guerra de sombras.


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    58 m
  • 5 Misterios y un destino
    Jun 22 2025

    Hay veces en las que uno empieza a hurgar en la historia como quien hojea un álbum de fotos familiar, sin buscar nada concreto... y termina encontrando una herencia insospechada, una excentricidad médica, una ridiculez bélica, un rostro sin nombre… o el fin del mundo rondando a cincopasos.

    Así son las historias de hoy.

    Unas empiezan en la sangre azul y otras en los sótanos de lamedicina victoriana. Algunas hacen reír por su sinsentido, otras inquietan por lo que esconden, y otras nos recuerdan que nuestro destino, a veces, no está en nuestras manos, sino flotando allá arriba… en el cielo.

    Bienvenidos a Los Misterios de la Historia. Hoy, cinco relatos. Cinco pistas. Cinco formas distintas de preguntarnos si lo quecreemos saber… no es más que la superficie de algo mucho más raro.


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    59 m