Los Misterios de la Historia Podcast Por Asociacion Cultural Reflejos del Alma (AC-RA). Colabora la voz de Eloy López arte de portada

Los Misterios de la Historia

Los Misterios de la Historia

De: Asociacion Cultural Reflejos del Alma (AC-RA). Colabora la voz de Eloy López
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Civilizaciones perdidas, tesoros ocultos, fenómenos inexplicables, personajes legendarios, leyendas nazis, misterios religiosos... Así es la historia de esta humanidad, Misteriosa, Oculta, Secreta, Enigmática... Aviso legal: Este podcast, y todos los creados bajo los sellos Reflejos del Alma (RDA) o Los Misterios de la Historia (LMH), son propiedad intelectual de la Asociación Cultural Reflejos del Alma (AC-RA). Su producción, creación y realización corresponden a dicha asociación, sin ánimo de lucro. Cuenta con la colaboración desinteresada y sin percepción económica alguna de Eloy LópezAsociacion Cultural Reflejos del Alma (AC-RA). Colabora la voz de Eloy López Mundial
Episodios
  • El de Nazaret Docético
    Oct 5 2025

    Imagina, hermano, que lo que llamamos carne no fuera más que un velo, un ropaje prestado que esconde lo verdadero, un disfraz necesario para moverse entre nosotros sin que lo reconociéramos de inmediato, eso es lo que los antiguos gnósticos llamaron docetismo, la certeza de que el Cristo erademasiado inmenso para reducirse a huesos y sangre, demasiado eterno para ser tocado por la muerte, en su visión no sufrió en la cruz porque la luz no puede ser clavada, solo fue apariencia, un espejo para que creyéramos que compartía nuestro dolor, pero en realidad era presencia pura, incandescencia sin herida.

    Ahora bien, no se trata de negar su humanidad, sino de recordar que lo humano que veíamos era un puente, un símbolo viviente, y esa idea no está lejos del relato del Libro de Urantia, donde se nos dice que Miguel de Nebadon —ese príncipe creador de universos— eligió encarnarse en Urantia, nuestra Tierra, como Jesús de Nazaret, sabiendo que debía asumir la condición mortal, probar el pan del hambre, el peso del cansancio, la ternura del abrazo, pero sin dejar nunca de ser lo que era en esencia, un Hijo Creador que sostenía constelaciones enteras con un pensamiento.

    El docetismo y Urantia, aunque nacidos en tiempos tandistintos, se rozan en un mismo misterio: el de un ser que camina entre hombres y mujeres, pero que al mismo tiempo vibra en otra frecuencia, inalcanzable, y esa paradoja es la que enciende la pregunta que late desde el principio: ¿quiénfue Jesús?, ¿un hombre con poderes extraordinarios?, ¿un dios disfrazado de hombre?, ¿o un reflejo de lo que somos todos cuando dejamos caer las vendas? Así arranca el capítulo, con una duda que no divide, sino que invita a mirar más hondo, porque quizá no sea cuestión de elegir entrecarne y espíritu, sino de aceptar que en él —y por extensión en nosotros— ambos eran uno solo.

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    57 m
  • Cahokia, la Teotihuacan del Mississippi
    Sep 28 2025

    Imagina la vasta planicie del río Mississippi en un amanecerdel siglo XII, con la niebla levantándose suavemente sobre los humedales y el aire impregnado del olor a tierra húmeda. No hay rascacielos ni autopistas, ni siquiera aldeas dispersas como las que solemos asociar al mundo indígena norteamericano en la memoria común. Lo que se alza ante nuestros ojos es una ciudad. Una ciudad en toda regla, con plazas amplias, barrios organizados y, sobre todo, con montículos monumentales que se elevan hacia el cielo como si fueran montañas nacidas de la mano humana. Es Cahokia, el corazón olvidado de un continente que solemos mirar únicamente hacia el sur cuando pensamos en grandes civilizaciones.

    Sorprende porque contradice la imagen estereotipada de losnativos del norte: no eran solo cazadores en chozas dispersas, sino arquitectos de pirámides de tierra más anchas en su base que las de Egipto. En Monks Mound, el Montículo de los Monjes en su traducción al castellano, los sacerdotes y gobernantes contemplaban la llanura y guiaban la vida de decenas de miles de personas. Hablamos de una urbe que llegó a rivalizar en población con las capitales europeas de la época: Londres, París o Sevilla. ¿Cómo es posible que en el corazón de Norteamérica hubiera una ciudad de este calibre, y sin embargo casi nadie la recuerde?

    Los Cahokia no dejaron escritura, no nos transmitieron crónicas grabadas en piedra como los mayas ni códices pintados como los mexicas. Su memoria quedó enterrada en la tierra misma, en capas de barro y ceniza que los arqueólogos modernos han tenido que desentrañar conpaciencia. Por eso, cuando nos acercamos a su historia, lo hacemos con la sensación de estar rescatando un sueño que la propia tierra quiso guardar en secreto durante siglos.

    Esa es la puerta de entrada al misterio: un pueblo que supodomesticar el maíz, levantar templos de tierra, observar los astros con precisión y sostener un entramado social tan complejo como el de cualquier ciudad medieval europea… y que sin embargo desapareció casi sin dejar rastro. Ese contraste entre la grandeza y el olvido es lo que atrapa: ¿cómo pudo borrarse de la memoria colectiva algo tan colosal?

    Este será nuestro punto de partida, la primera chispa en elrelato: invitar al oyente a caminar entre la hierba alta de Illinois, levantar la vista a esos montículos que parecen colinas naturales y descubrir que, bajo su aparente sencillez, late la historia de la ciudad más enigmática de Norteamérica, la que algunos llaman la “Teotihuacán del Mississippi”.


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    53 m
  • Thule, la sociedad secreta origen del Nazismo
    Sep 15 2025

    Se dice que toda historia empieza con un nombre, y el deesta sociedad no podía ser más evocador: Thule. Los antiguos griegos hablaban de una tierra mítica situada en el confín del mundo, más allá de los mares conocidos, en el límite del hielo y la bruma. Era el norte imposible, un lugarque nadie había alcanzado pero que estaba grabado en la memoria colectiva como símbolo de lo inalcanzable, de lo puro y remoto. Con el paso de los siglos, esa palabra fue tomando un tinte distinto: ya no era solo un confín geográfico, sino la idea de un origen perdido, la patria ancestral de un pueblo fuerte y primigenio.

    En el siglo XIX, cuando Europa se debatía entre revolucionesindustriales, ideologías nuevas y la sed de espiritualidad que muchos buscaban en sociedades secretas y corrientes esotéricas, Thule reapareció como un imán para los soñadores de lo oculto. La teosofía de Blavatsky hablaba de razas raíz y continentes desaparecidos como la Atlántida o Lemuria, y pronto hubo quien quiso ver en Thule la cuna de la raza aria, el lugar mítico del que habrían partido los ancestros germánicos. No era más que una leyenda vestida conropajes de pseudociencia y ocultismo, pero en un continente convulso, los mitos suelen ser más fuertes que los hechos.

    Y así llegamos a 1918, el año en que Alemania se hundió enla derrota de la Gran Guerra. Un imperio que se creía eterno se desmoronaba, millones de hombres volvían del frente derrotados y mutilados, la economía se desplomaba y las calles hervían de hambre y rabia. En Baviera, los comunistashabían proclamado una efímera república soviética, y la violencia teñía de sangre cada esquina. Era un tiempo en que las certezas se derrumbaban, y cuando las certezas caen, los mitos cobran fuerza. ¿A dónde aferrarse en medio de la ruina? Para algunos, la respuesta no estaba en la política ni en la ciencia, sino en un pasado idealizado, en un origen mítico que prometía devolver la dignidad perdida.

    Ese fue el caldo de cultivo en el que la palabra “Thule” resonó de nuevo, ya no como un eco clásico, sino como bandera de un grupo que quiso ser más que un club secreto: un refugio espiritual y político para quienes soñaban con el renacer de Alemania. Una sociedad que tomaría ese nombre ancestral para envolver su ideología de pureza racial, ocultismogermánico y odio al enemigo señalado. El mito antiguo, transformado por el dolor moderno, se convertiría en semilla de uno de los movimientos más peligrosos del siglo XX.

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