Episodios

  • EP.22
    Dec 8 2025
    42 m
  • EP.21
    Dec 8 2025
    44 m
  • EP.20
    Dec 8 2025
    41 m
  • EP.19
    Nov 21 2025
    48 m
  • EP.18
    Nov 10 2025
    42 m
  • EP.17 Arrepentimiento y Conciencia para la Restauración con Dios (Proverbios 28:13)
    Nov 3 2025


    Puntos Clave:

      • La Conciencia: Voz Divina Interna: Nuestra conciencia es un don de Dios, una brújula moral que nos guía. Ignorarla la "cauteriza", volviéndonos insensibles al pecado. David (Salmo 51) experimentó este despertar por el profeta Natán. El Espíritu Santo usa nuestra conciencia; oírla es oír a Dios.

      • Confesión: Inicio de la Restauración: Siguiendo a David, aceptar y confesar el pecado es el primer paso. No culpar a otros; reconocer que pecamos directamente contra Dios. La Biblia es clara: el que encubre el pecado no prosperará. Confesar es humillación y el inicio de la libertad espiritual.

      • Consecuencias y Reacción del Corazón: El pecado tiene consecuencias, como David las sufrió. Cuanto más tardamos en arrepentirnos, mayores pueden ser. Problemas en la vida creyente pueden ser señal de una cobertura divina retirada por un corazón desobediente. La restauración requiere una reacción genuina, no solo pedir perdón.

      • Despertar y Buscar a Dios: Dios anhela nuestra comunión, nuestro "primer amor". El Espíritu clama en nuestro interior por cambio. No es tiempo de huir o justificarse, sino de despertar nuestra conciencia, discernir lo que ofende a Dios y clamar por Su misericordia. Él busca hijos con conciencia libre, valientes para vivir para Él.

    Resumen Completo:

    David, en Salmo 51, nos muestra: falló, pero al ser confrontado, su conciencia despertó. Confesó su pecado sin culpar. Este es nuestro primer paso: aceptar y confesar. Es imposible esconderlo; la Biblia dice que el que lo encubre no prosperará.

    El peligro es tener una conciencia cauterizada, insensibilizada. Escuchamos la Palabra sin reaccionar, nos distraemos, justificamos nuestros pecados. Una conciencia dormida nos desconecta del Espíritu Santo.

    Aun perdonando, el pecado tiene consecuencias. David las padeció. Tardar en arrepentirnos agrava esto. Los problemas pueden ser una señal de que Dios ha retirado Su cobertura. ¡El Espíritu no mora en un corazón mentiroso sin una relación genuina! No basta la religión; necesitamos vida con el Señor.

    Como el hijo pródigo "volvió en sí", hoy Dios nos llama a despertar nuestra conciencia. ¡Es tiempo de reaccionar, arrepentirnos! Dios anhela esa comunión inicial. Quiere que clamemos: "¡Señor, ten misericordia, soy pecador!" Él ama un corazón humilde.

    ¡No huyas ni te escondas! Enfrenta tu situación. El Espíritu en ti clama por volver a Dios: "¡Cambia, confronta, acepta!" No pienses que es para otro. Si tu conciencia está muda, clama: "¡Sálvame, que perezco!"


    Reflexión Final:

    La prédica nos impulsa a examinar nuestra conciencia, clave para nuestra relación con Dios. Nos desafía a buscar una conexión real, donde la voz del Espíritu Santo, a través de nuestra conciencia, sea atendida. David nos muestra que el arrepentimiento sincero es el camino a la restauración y la libertad. Es un llamado a la valentía para confrontar nuestros errores y permitir la transformación divina.

    Consideraciones Finales:

    Esta prédica enfatiza la autoexaminación constante. Advierte que el pecado y la desobediencia, incluso leves, pueden llevar a la insensibilidad espiritual, comprometiendo la bendición divina. Es un recordatorio urgente de que Dios, por amor, nos confronta para llevarnos de vuelta. La clave es la humildad para confesar y la determinación para cambiar, haciendo de la conciencia un instrumento activo del Espíritu Santo.

    Conclusión:

    En resumen, esta prédica es un poderoso llamado a despertar nuestra conciencia espiritual y a buscar la plena restauración con Dios. Nos enseña que la confesión sincera, el arrepentimiento de corazón y la obediencia a nuestra conciencia son vitales para una relación viva con nuestro Creador. Dios nos ama y anhela esa comunión, ofreciendo misericordia y perdón, esperando un corazón dispuesto a transformarse y a vivir para Su gloria, con una conciencia libre y activa.

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    48 m
  • EP:16 La Esperanza y Confianza en Dios en Tiempos de Desesperación Salmo 40:1-2
    Oct 27 2025

    "Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos."

    Puntos de acción:

      • Desesperación vs. Paciencia Divina: La desesperación es un estado emocional que surge cuando se pierde la fe y la confianza. A menudo, en estos momentos, buscamos soluciones humanas como respirar o meditar, que pueden no ser efectivas si el problema es profundo. El ejemplo de David en el Salmo 40 nos muestra una respuesta diferente: "esperó pacientemente". Esta paciencia no es pasividad, sino una espera activa y confiada que solo es posible cuando se conoce la misericordia y el poder de Dios. David sabía que Dios intervendría a su favor.

      • Fortaleza en la Espera: Quienes esperan en Dios renuevan sus fuerzas (Isaías 40:31). Dios nunca abandona. Él actúa cuando clamamos desde el corazón, aunque no siempre como esperamos. Conocer Su carácter nos da seguridad.

      • Privilegio de Hijos de Dios: Efesios 2:4-7 nos recuerda que Dios, rico en misericordia, nos amó tanto que nos dio vida en Cristo, incluso cuando estábamos muertos en nuestros pecados. Este es un inmenso privilegio: ser llamados hijos de Dios. No merecemos este amor, pero Él nos escogió y nos rescató del lodo cenagoso, poniendo nuestros pies sobre la roca y enderezando nuestros pasos. Este amor y esta posición privilegiada deben ser el motivo de nuestra alabanza y gratitud.

      • Cambia Tu "Asiento": Debemos movernos del "asiento" de la tristeza a uno de gozo, esperanza y optimismo en Dios (Apocalipsis 21:4). Nuestras emociones no deben dominar la vida espiritual. Dios bendice la acción y el servicio, no la queja.

      • Autoridad y Preparación: Al estar llenos del gozo del Espíritu Santo y vivir para el Señor, somos poderosos en Cristo y tenemos autoridad. El enemigo teme el gozo y la alabanza del creyente, porque no puede silenciar a quienes declaran que su Redentor vive. Se nos exhorta a no quedarnos en asientos de duda, tibieza o comodidad, ya que estos pueden robarnos el lugar que Dios ha preparado. La vida cristiana es un presente y un futuro de obediencia y compromiso. Debemos estar listos, porque el Señor viene pronto, y el asiento celestial con nuestro nombre no debe quedarse vacío.

    Lo que Dios nos habló hoy:
    ¡Hermanos! En la desesperación, recordad a nuestro Dios todopoderoso. No perdáis la fe; esperad pacientemente en Él. Cuando clamáis de corazón, Él escucha y actúa, como hizo con David. Él nos amó tanto que nos dio vida en Cristo. ¡Cambiad de asiento! Dejad la tristeza y abrazad el gozo, la esperanza y el optimismo que Dios os ofrece en Jesús. No dejéis que las emociones controlen vuestra fe. Dios bendice la acción, no la inactividad. Él viene pronto; estad activos en Su obra, llenos de gozo y fe. Abrid vuestro corazón a Dios, entregadle lo que os estorba y servidle con gratitud, seguros de Su amor y autoridad para vencer.


    Recapitulación:
    La prédica nos insta a anclar la esperanza en un Dios misericordioso. Nos desafía a transformar la tristeza en gozo y optimismo, dignos de nuestra posición en Cristo. Es un llamado a la acción, entrega total y preparación para el encuentro con el Señor, viviendo con Su paz y autoridad.

    Mensaje de despedida:
    Este mensaje motiva la introspección y la acción. Subraya la fe práctica y el impacto emocional en nuestra relación con Dios. Usa metáforas claras para motivar a evaluar nuestro estado, enfatizando que el cristianismo es compromiso activo y renovación constante, impulsado por la urgencia del regreso de Cristo.

    Cierre con propósito:
    La prédica nos llama a una vida de esperanza inquebrantable y confianza en Dios, dejando la tristeza para abrazar el gozo y el servicio en Cristo. Al clamarle sinceramente, Él nos levantará y nos dará una nueva canción. No permitas que tus emociones te roben la paz y autoridad. ¡Prepárate, vive con optimismo y confía, porque el Señor viene pronto!

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    51 m
  • EP.15 Dios se inclina para escucharnos y salvarnos, Salmos 40:1-2:
    Oct 20 2025

    Ejes principales:

      • Sacrificio Perfecto: El concepto de la inclinación de Dios a través del sacrificio. Nos recuerda que, según la ley judía, el perdón de los pecados requería un cordero perfecto, sacrificado una vez al año. Sin embargo, este sistema era limitado y no podía salvar a todos. La prédica destaca que Cristo es ese Cordero perfecto, el único hijo de Dios, que el Padre no escatimó para entregarlo como sacrificio en la cruz del Calvario. Su muerte fue el acto supremo de amor y la forma en que Dios se inclinó para redimir a la humanidad de una vez por todas. Este punto resalta la magnitud del amor de Dios al entregar a su propio hijo para nuestra salvación.

      • Redentor del Pecado: Jesús nos libra de la esclavitud del pecado, sacándonos del "lodo cenagoso" y poniéndonos sobre la Roca firme de Su seguridad.

      • Sumo Sacerdote Intercesor: Ya no hay necesidad de intermediarios humanos; Cristo intercede por nosotros ante el Padre, declarándonos libres de culpa por Su pago.

      • Paciencia y Amor Divino: Dios nos espera con amor y paciencia infinitos, buscando que nos volvamos a Él antes de Su venida, como un Padre espera a Su hijo herido.

      • Confianza y Esperanza Viva: El último punto clave se centra en la transformación que ocurre cuando tenemos a Dios en nuestra vida. Tener a Dios significa tener confianza y una esperanza viva. No estamos solos, Su presencia está con nosotros. Incluso en los momentos más oscuros, la luz de Su palabra y Su amor llegan a nuestra vida. Se anima a los oyentes a clamar a Dios en cualquier situación difícil, porque "no hay imposible para Dios". Él tiene el poder para cambiarnos, arreglar cualquier problema y mostrarnos Su amor y poder. La predicadora finaliza recordando que Dios nos conoce, nos ama y siempre está listo para perdonarnos tal como somos.

    La enseñanza condensada:
    Amados hermanos, Dios se inclina para escucharte y rescatarte. Él te ama con amor eterno. Así como se inclinó a David (Salmo 40), Él te redimió por el sacrificio de Su Hijo, Cristo, el Cordero perfecto. Éramos esclavos del pecado, hundidos en el "lodo cenagoso", pero Jesús nos sacó y puso nuestros pies sobre Él, la Roca segura.

    Ya no necesitas intermediarios; Cristo es tu Sumo Sacerdote. Habla con Él donde sea. Él está intercediendo por ti ahora, declarándote libre si te arrepientes. Dios te espera con paciencia y amor inigualables. Te amó antes de nacer y ha ido a buscarte en tus peores momentos. La decisión de venir a Él es tuya.

    Al tener a Dios, gozas de confianza inquebrantable y esperanza viva. Su presencia te acompaña. En la oscuridad, Su palabra y amor son tu luz. No hay situación imposible para Él. Conoce Su amor y poder; Él te ama y perdona tal como eres.


    Reflexión Final:
    Esta prédica nos lleva a una profunda introspección: el amor de Dios no es distante, sino activo. Se "inclina" para alcanzarnos a través del sacrificio de Cristo, borrando errores y dándonos esperanza. Nos invita a ver a Dios como un Padre amoroso y Sacerdote intercesor, disponible siempre. Nos desafía a dejar de intentar ganar Su amor y a confiar plenamente en Él, quien ya pagó el precio de nuestra libertad. Es una llamada a la humildad, arrepentimiento y confianza.

    Consideraciones Finales:
    La prédica subraya un Dios personal y accesible. Su poder es transformador, sacándonos de cualquier situación y llenándonos de esperanza. Su presencia es constante, viviendo en nuestros corazones. Se nos invita a una adoración genuina, donde toda nuestra vida le agrada. Esto busca un impacto práctico, llevando la realidad de Dios a nuestro día a día.

    Conclusión:
    La prédica concluye con una invitación poderosa a la intimidad y confianza con Dios. Sin importar nuestras caídas, Su amor y misericordia son infinitos y accesibles. Él se inclinó, nos redimió y nos ofreció una vida nueva, libre de pecado y llena de esperanza. La decisión de aceptar este amor, clamar a Él y vivir para Su agrado es nuestra, con la promesa clara: nunca estaremos solos.

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    29 m