Emprender no es fácil y si quieres establecer negocios en otros países, debes tener en cuenta que existen costumbres distintas para hacer negocios y un montón de diferencias culturales. De vez en cuando, estas diferencias resultan problemáticas, pero muchas veces será una oportunidad para complementar con tu toque latino aquello que pudiera faltar en la otra cultura. Sea como sea, debes tener siempre un plan fundamental, que funcionará en cualquier mercado, como sugiere .
Hemos investigado las prácticas y costumbres de negocios de cinco países que resultan ideales para emprender: Japón, China, Alemania, Francia y el Reino Unido. Sigue leyendo para que estés mejor preparado y le saques todo el provecho a tu nueva aventura comercial.
Japón: entre la tradición y la innovación
Japón es una de las culturas más fascinantes del mundo, con un legado que ha impactado la forma fundamental de trabajar de grandes empresarios como, por ejemplo, . Representa una forma de pensar y de hacer negocios radicalmente diferente a nuestras costumbres latinas, así que tu preparación debe incluir un buen chapuzón en lo que se refiere a las diferencias culturales y prácticas locales de hacer negocios.
Idioma: es muy difícil aprender el idioma japonés y no siempre encontrarás un interlocutor que hable inglés o español. Además, los japoneses no necesariamente expresan lo que piensan, por lo que valora la conveniencia de hacer negocios en Japón con un intérprete. Sin embargo, tenemos para que lo aprendas.
Jerarquía: desde tiempos inmemoriales, los japoneses funcionan con estructuras fuertemente jerárquicas. Esto lo notarás en todos los momentos de las conversaciones y negociaciones que tengas. Sé respetuoso de su jerarquía si quieres prosperar en tus negocios con ellos.
Seriedad: los japoneses distinguen lo profesional de lo privado, de manera que en el campo de los negocios son lo más profesionales posible. Evita conversaciones o temas privados, como la familia o asuntos personales, evita las bromas y concéntrate con seriedad en los temas de la agenda.
Puntualidad: un retraso puede marcar la diferencia entre una negociación exitosa y un acuerdo que se desbarate, pues en Japón importa mucho la puntualidad, que entienden como respeto a su propio tiempo. En este sentido, procrastinar no es bien visto, de acuerdo a las enseñanzas de los , que han sido llevadas al mundo de los negocios.
Formas: desde la familia hasta la Casa Imperial, en Japón las formas importan mucho más que en nuestras culturas de origen latino. Antes de tener conversaciones o reuniones, investiga bien qué debes evitar y qué podrá serte útil.