¿Y para qué nos sirve conocer esta faceta de nuestro pensamiento con No pienses en un elefante rosa? Pues realmente, para bastantes cosas.
Sobre todo cuando se pone en ese modo rebelde, provocador y sobre todo dramático o magnífico, sólo con el objetivo de llamar nuestra atención.
Para aprender por tanto, a parar nuestro pensamiento, dirigiendo la atención hacia otra dirección.
Conocer esta peculiaridad del funcionamiento de nuestro pensamiento, también nos sirve para que a la hora de querer ayudar aconsejando a alguien, nos quitemos la costumbre de decir: “no te preocupes”.
Al igual que sucedería con el “no pienses en un elefante rosa” decirle a alguien que no se preocupe, o lo que es lo mismo, que no piense en algo, es animarle a que piense más en ello.
Estaríamos evocándole ese recuerdo. En este caso, el contenido de su preocupación.
Por tanto, como alternativa le puedes ofrecer directamente, un contenido agradable en el que pueda pensar, precisamente, para dejar de preocuparse.
¿Te queda clara esta idea? Y lo que más pretendo: ¿te sirve de ayuda?