
Cervantes, tras el realismo ideal
Un recorrido por la vida y obra del autor del Quijote
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Narrado por:
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Virtual Voice

Este título utiliza narración de voz virtual
Acerca de esta escucha
«Cervantes, a caballo entre dos siglos, dos épocas y, en buena medida, dos formas de entender la vida y la literatura; nos dejó en su obra cumbre, el Quijote, un buen reflejo de ese momento de transición que le tocó vivir. Cervantes había dado los primeros pasos de su infancia durante el reinado de Carlos V en el que los ideales de una España hegemónica estaban en absoluta vigencia. Los españoles, aunque con los mismos problemas de siempre -la pobreza, la injusticia social de un sistema netamente estamental y, sobre todo, la guerra- reflejaban aún ilusión y esperanza en gran parte de sus creaciones, lo que no quitaba que también se dejaran oír voces críticas y sorprendentes como la del pregonero toledano Lázaro de Tomes. El Renacimiento había vuelto a buscar en el mundo antiguo una fuente fundamental de conocimiento y redescubría al hombre como potencia a desarrollar y valorar, frente a la extrema estimación de la religiosidad en el medievo. Ahora tenía puesta su confianza en los logros humanos, casi tanto como en los divinos. El hedonismo y el goce eran cantados con deleite y se tendía a disfrutar de los placeres de la vida y, a la misma vez, el ideal del llamado amor platónico estaba más vigente que nunca, y se cantaba a la mujer y al amor con la misma desenvoltura medieval pero con una forma nueva. El hombre renacentista pretendía ser el perfecto cortesano que proponía Castiglione y la mujer aspiraba a ser la dama virtuosa. Y aunque en la realidad, los cortesanos resultaba también miserables y mezquinos, como también nos refleja el escudero presente en el Lazarillo, estos modelos seguían moviendo la literatura y, por ello, la novela de caballerías o la de pastores, triunfaban entre los lectores de la época».