Mayo 11 (Año 1) - El poder de las palabras y la sabiduría

11 DE MAYO - El poder de las palabras y la sabiduría
Lectura bíblica en 3 años: Proverbios 15:30-31; Salmo 52; 1 Corintios 14

“La luz de los ojos alegra el corazón, y la buena noticia conforta los huesos. El oído que escucha la reprensión de vida morará entre los sabios.” —Proverbios 15:30-31
“¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua. Agravios maquina tu lengua, como navaja afilada, hacedor de engaño.” —Salmo 52:1
“Pues Dios no es un Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, las mujeres guarden silencio en las iglesias; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.” —1 Corintios 14:33-34

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¿Alguna vez has dicho algo de lo que te arrepentiste al instante? Tal vez fue un comentario hiriente o una palabra dura dicha con ira. Proverbios 15:30 dice que “la buena noticia conforta los huesos”, recordándonos que las palabras correctas pueden traer vida y gozo, mientras que las equivocadas pueden causar dolor. Las palabras tienen el poder de edificar o destruir, y aunque parezcan reacciones rápidas, lo que decimos importa más de lo que creemos.

En el Salmo 52, David habla sobre la maldad de aquellos que usan sus palabras para maquinar destrucción y se jactan de su engaño. Describe a alguien que usa sus palabras como arma, como navaja afilada, para derribar a otros por beneficio propio. Es un recordatorio de que nuestras palabras pueden reflejar el amor de Dios o ser herramientas de destrucción. Debemos elegir hablar de forma que honremos a Dios y edifiquemos a los demás, no que los derribemos.

En 1 Corintios 14, Pablo da instrucciones sobre la adoración ordenada, enfatizando que la paz y el orden son esenciales cuando los creyentes se reúnen. Dios no desea confusión, sino unidad. De la misma manera, nuestras palabras deben promover paz y claridad. Cuando hablamos con amor y sabiduría, reflejamos el carácter de Dios. Pero cuando hablamos o actuamos con ira, corremos el riesgo de causar división y confusión.

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PIÉNSALO BIEN

1. Palabras como vida o muerte: Proverbios dice que los sabios aceptan corrección. ¿Has crecido alguna vez gracias a una corrección difícil? ¿Cómo podrías responder con más sabiduría la próxima vez?

2. Poder para dañar: El Salmo 52 muestra cómo las palabras pueden destruir. ¿Has herido a alguien con tus palabras? ¿Cómo puedes hablar con más amabilidad, incluso cuando estás molesto?

3. Promover la paz: 1 Corintios 14 nos recuerda que Dios valora la paz. ¿Cómo pueden tus palabras traer paz hoy? ¿Hay alguien con quien necesitas reconciliarte?

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CONCLUSIÓN

Nuestras palabras tienen el poder de sanar o herir, y cuando hablamos con sabiduría, amabilidad y amor, reflejamos el carácter de Dios y edificamos a los demás.

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ORACIÓN

Padre celestial, gracias por el don de las palabras y por la oportunidad de dar vida a otros a través de ellas. Ayúdame a ser consciente de lo que digo y a elegir mis palabras con cuidado. Que mis palabras sirvan para animar, sanar y traer paz, no para herir ni destruir. Cuando necesite corrección, dame un corazón dispuesto a escuchar y aprender. Ayúdame a reflejar tu amor en todo lo que digo. En el nombre de Jesús, amén.