la lección del adios

Mi mayor lección de despedida es no despedirme nunca del todo. Es inevitable perder a quienes queremos, pero no es tan natural convivir con el vacío y el dolor que supone el proceso previo, el mientras y el después. Aquí solo intento abordar con todo el cariño y tacto del mundo, desde el duelo, mi perspectiva al respecto. Tú también sigues aquí, quédate y encuentrate.