¡Ya bájate de la montaña!
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Narrado por:
 
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De:
 
El mundo necesita a Jesús, ¡y nosotros lo tenemos allá arriba, en una montaña! Estar alguna vez en la intimidad de Cristo no es sólo para disfrutar la experiencia personal de ver Su luz, sino para convertirnos en parte de ella. Si realmente queremos servir, debemos bajar de nuestra montaña de “santidad y superioridad” para hacer brillar esa luz en nuestro hogar, en nuestro lugar de tabajo, en nuestra escuela, en el supermercado... y que todos puedan ver nuestras buenas obras y alaben al Padre. Recordemos que: ¡nosotros somos las cartas vivas de Dios!
                        
 
  
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