
Una visita siempre debe ser atendida como se merece
No se pudo agregar al carrito
Solo puedes tener X títulos en el carrito para realizar el pago.
Add to Cart failed.
Por favor prueba de nuevo más tarde
Error al Agregar a Lista de Deseos.
Por favor prueba de nuevo más tarde
Error al eliminar de la lista de deseos.
Por favor prueba de nuevo más tarde
Error al añadir a tu biblioteca
Por favor intenta de nuevo
Error al seguir el podcast
Intenta nuevamente
Error al dejar de seguir el podcast
Intenta nuevamente
-
Narrado por:
-
De:
EP122/T03
Cada vez que cuento anecdotas de este tipo, lo que principalmente intento es que ante situaciones que en cualquier trabajo nos puede pasar a cualquiera de nosotros, intentemos ser nosotros mismos, confiar en lo que hacemos y decimos, como siempre digo manteniendo las formas y la educación.
Esta historia pasó hace un par de años, este señor no es mala, simplemente y creo que le gusta jugar con la ambiguedad e intentar imponer, quizas por su alto rango dentro de la guardia civil, quizás como digo en el episodio porque parece una persona tosca (Que no digo que lo sea ojo).
Cada uno o una entiendo que es como es, las circunstancias muchas veces mandan y los nervios no son fáciles de controlar dependiendo de la situación y más si ante quien te enfrentas o llama a tu despacho no es precisamente para alabarte o darte una abrazo cariñoso.
Sirva este relato audible como ejemplo de lo que hay que hacer para tener nervios de acero o simplemente mantener las formas.
Para contactar conmigo lo puedes hacer dirigiendote a mi usuario de Telegram @GuardiaCivil101
Todavía no hay opiniones