Manual del Inadaptado Lúcido . Temporada 1 Ep.1 -6 Podcast Por Pablo Mera A+ arte de portada

Manual del Inadaptado Lúcido . Temporada 1 Ep.1 -6

Manual del Inadaptado Lúcido . Temporada 1 Ep.1 -6

De: Pablo Mera A+
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Manual del inadaptado lúcido No fumo, no tomo, no me drogo. No me escondo en el fútbol ni me disuelvo en multitudes que gritan goles para tapar vacíos. No corro detrás del último gadget ni colecciono experiencias de catálogo. Me cuido, sí. Pero no por moralismo: por autodefensa. Me llamo Pablo Mera. Soy de Peñarol , rugbier, sangre A+ y tartamudo. Nada de lo anterior va a cambiar. En esta vida, he tenido algunos aciertos… pero también he cometido casi todos los errores que uno puede imaginar. Por eso escribo: para que algo de lo que aprendí, a fuerza de tropiezos, le sirva a alguien más.Pablo Mera A+
Episodios
  • S01E04 El olvido como triunfo evolutivo
    Jul 29 2025

    El olvido como triunfo evolutivo



    Si nos animamos —aunque sea por un rato— a calzarnos los zapatos del protagonista, a veces me convenzo de que ciertas enfermedades cognitivas no son una maldición, sino un premio sofisticado que la evolución nos entrega con su oscura sabiduría.


    Tener buena memoria, llegada cierta etapa de la vida, puede convertirse en una trampa elegante. Porque los recuerdos no vienen solos: traen emociones atadas con hilo grueso, y no siempre son dulces. Algunos revientan como latas oxidadas, otros supuran nostalgias que no pedimos. Así, casi sin aviso, quedamos presos en un tiempo que ya no existe. Nos aferramos a una moda, a un ritmo, a una ideología como náufragos de nuestra propia historia, incapaces de soltar ese madero flotante, aunque ya esté lleno de termitas.


    Y ahí es donde el olvido aparece no como enemigo, sino como salida de emergencia. Una especie de amnesia piadosa, una anestesia lenta para el alma. La única puerta no quirúrgica al laberinto donde vive la resignación perpetua.


    Por eso creo que el secreto está en vivir lo mejor posible con lo que nos toca, agradecer aunque sea con los dientes apretados, y mirar para adelante… y para arriba. Porque el día que toque partir —como entiendo que pasa—, la muerte llegará como quien viene a buscarnos después de una larga espera. Y nos llevará de un estado a otro sin que apenas lo notemos. Sin ruido. Sin previo aviso.


    El dolor o el alivio, en todo caso, quedarán vibrando por un tiempo —solo por un rato— en la memoria de unos pocos que aún sigan vivos… y se acuerden de nosotros


    Me llamo Pablo Mera.

    Soy de Peñarol , rugbier, sangre A+ y tartamudo y nada de lo anterior va a cambiar.


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    7 m
  • S01E06 No pensar: mandatos y tabúes
    Jul 28 2025


    Hay un mandato en nuestra generación que nos comió la cabeza. Todo se resolvía con frases hechas. "El hombre no llora", "Las mujeres son tal cosa". La vida, simplificada hasta la brutalidad. Pero esa simplicidad era, en realidad, devastadora.


    No pensar era más fácil. ¡Claro que sí! Sobre todo para los que crecimos en una época donde la dictadura no sólo estaba en la Casa de Gobierno, sino también en el hogar. Donde las preguntas estaban prohibidas y la obediencia era ley.


    Y un día, con el tiempo, nos dimos cuenta: ¿Y si todo lo que creíamos era una mentira? Algunos logramos reformatearnos. Otros se quedaron atrapados en un laberinto de mandatos sin salida, aferrados a una vida irreal.


    "El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer". - Mariano José de Larra.)


    Y así, la salud mental se convirtió en otro tabú más, una más en la lista interminable de formas de manipularnos. Porque si pensás, si cuestionás, si te duele... molestás.


    Honramos filosofías de nuestros mayores porque "había que obedecer". Padres, abuelos, curas, profesores... Si hoy estuvieran vivos, si tuvieran que enfrentarse a este mundo, ni sabrían por dónde empezar.


    Pero la historia sigue igual: "El hombre no llora, la mujer es tal cosa". Y así, muchos eligen la ignorancia, otros se anestesian con falopa y alcohol, y los que piensan demasiado terminan ahogados en su propia tormenta mental.


    Porque, al final del día, la orden sigue siendo la misma: NO PENSÉS.


    Me llamo Pablo Mera y me algunos me dicen "trompo".Soy de Peñarol , rugbier, sangre A+ y tartamudo y nada de lo anterior va a cambiar.

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    12 m
  • S01E05 Lo intangible y su efecto brutal sobre lo tangible
    Jul 28 2025



    Hoy el ego y la comparación gobiernan la vida de varias generaciones,


    así en la Tierra como en la Matrix.


    Son las nuevas fuerzas invisibles: una religión sin dioses, pero con algoritmos.



    El ego —esa cocaína digital que esnifamos con cada scroll—


    nos hace adictos a la validación vacía,


    a la necesidad de vernos bellos, felices y exitosos


    en el espejo mentiroso de las redes sociales.


    Y la comparación, esa sombra que siempre susurra "mirá lo que el otro tiene",


    empuja a muchos a decisiones temerarias,


    a correr carreras sin meta,


    a intentar alcanzar estándares diseñados para no ser alcanzados.



    Pero esto no empezó con Internet.



    En los años 60 y 70,


    sin Wi-Fi ni filtros de Instagram,


    el argentino Palito Ortega ya nos vendía una fantasía igual de tóxica:


    la familia ideal, el amor eterno, el padre ejemplar y la madre cantarina.


    Su música, tan simplona como los hits de Elegante hoy,


    fue una heroína emocional para toda una generación.


    Endulzada, sí… pero letal.


    Porque en esa postal perfecta,


    muchos de nosotros nos sentimos fuera del cuadro,


    impuros, equivocados, incompletos.



    Y ahí también empezó la gran desconexión.



    Hoy todo eso sigue vibrando, pero multiplicado.


    Las redes sociales —que no son redes, ni son sociales—


    tejieron un entramado invisible y pegajoso


    donde se enreda lo real, lo imaginado y lo impostado.


    Ahí vivimos muchos: bailando en un escenario de hipocresía,


    pretendiendo que todo está bien,


    mientras nos devora el hambre de ser otro.



    Y así, lo intangible —la imagen, la apariencia, la promesa vacía—


    sigue teniendo un efecto brutal sobre lo tangible:


    el cuerpo, la salud mental, las decisiones, la vida.



    Y sin darnos cuenta,


    la felicidad se volvió un espectáculo privado


    que nadie siente pero todos aplauden.



    Me llamo Pablo Mera y algunos me dicen "trompo".Soy de Peñarol , rugbier, sangre A+ y tartamudo y nada de lo anterior va a cambiar.



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    8 m
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