Venus entra en cáncer y nos invita a poder disfrutar del mundo interior, de lo emocional y lo sensible, de la parte femenina que inevitablemente habita en nuestro cuerpo. Nos invita a aprender a disfrutar de los cuidados que nos damos, a aprender a amar cuidando. Es probable que los vínculos pidan una escala mayor de intimidad, una más profunda entrega emocional frente a la que, en muchos casos, podemos reaccionar, intentando evitar ese contacto emocional. Si esto es así en general, podemos decir que está enfatizado por el contacto de este ingreso a Cáncer con los planetas transpersonales, que hacen que este contacto con lo íntimo inevitablemente nos transforme.
El ingreso de Marte en libra, con la profunda incomodidad que le trae a este planeta estar en ese signo, está marcado por tensiones crecientes. Estas tensiones probablemente no estallen, no se exterioricen, se intenten suavizar, matizar y dulcificar; pero dentro crecerá una fuerza retenida que, tarde o temprano, acabará por estallar. En combinación con el ingreso de Venus a cáncer, la necesidad de mayor intimidad también será rechazada porque, probablemente, nos implique abrir la compuerta de un viejo enojo retenido, de un malestar que hemos guardado, para preservar una armonía que se vuelve cada vez más falsa.
A esta tensión, se le suma la cuadratura del Sol en Leo con la Luna Negra en Escorpio. Ese tránsito echa más leña al fuego que guardamos adentro, pero en este caso la tensión recae sobre la identidad, sobre lo que admitimos y no admitimos ser. Algo nos recuerda que tenemos un cuerpo, que nuestro deseo nos empuja, y que un animal salvaje palpita dentro nuestro, pidiendo espacio. Este tránsito nos trae una profunda creatividad, nos invita a dejar que la magia nos transforme al desplegarse en la acción, en el verbo.
En la oposición de Marte con Saturno y Neptuno, sumada al trígono que hace Urano aparece una pregunta sobre la honestidad, sobre lo que escondemos detrás del cartón pintado de nuestras buenas y civilizadas costumbres. A veces, lo correcto, no incluye lo vital. Juzgamos lo salvaje que nos habita en lugar de abrazarlo, en lugar de componer con la belleza de la fuerza. Desplegar con armonía nuestra potencia es una invitación de este tránsito que probablemente aparecerá más desde la incomodidad que desde la gentileza.
Hay un asteroide llamado Quirón, que esta semana comienza a retrogradar en el signo de Aries. En esta retrogradación, recibimos colectivamente una invitación a mirar en lo profundo de nuestro mundo emocional y registrar esas heridas que nos marcan de un modo indeleble. Quirón nos dice que hay algo ahí que es incurable, pero también nos dice que en la aceptación de esas heridas incurables, la vida se abre. Lo que nos ha dolido, lo que hemos perdido, vuelve a aparecer en la conciencia intentando cicatrizar.
Retrogradará hasta el 1 de enero, y desde ahí comenzará un viaje fluido hacia Tauro, en el que entrará a mediados de junio. Quirón simboliza un puente con la energía transpersonal, nos mueve y transforma nuestra identidad trayéndonos la conciencia de cómo nos afecta ser parte de esta humanidad. Podría decir que este ingreso es el broche del proceso de transformación humana que da origen a este podcast. En abril del 2027, Quirón ya permanecerá en el signo de Tauro, hasta entonces el proceso de transición nos recordará colectivamente los temas arquetípicos de los que habla este asteroide.
Les cuento que la semana que viene no habrá podcast, porque me tomo unas vacaciones.
Los tránsitos de estas dos semanas.
28/7 Venus ♊ sextil Quirón ♈
30/7 Quirón ♈comienza a retrogradar
31/7 Venus entra en Cáncer ♋
Sol Conjunción Mercurio ♌
1/8 Venus ♋ cuadratura Neptuno y Saturno ♈
6/8 Marte entra en Libra ♎
Sol ♌ cuadratura Luna Negra ♏
8/8 Marte ♎ oposición Saturno ♈ y trígono a Urano ♊
9/8 Marte ♎ oposición Neptuno ♈
10/8 Marte ♎ trígono Plutón ♒