En este espisodio se aborda la deserción de jóvenes de la iglesia, identificando la franja de edad de 18 a 29 años como un periodo crítico para la asistencia. Presenta estadísticas preocupantes, como que el 59% de los jóvenes han dejado de asistir regularmente y el 57% ha cesado su actividad. El texto clasifica a los que abandonan en tres categorías amplias: los Nómadas (mantienen la fe pero pierden la fe en la iglesia), los Pródigos (pierden completamente su fe) y los Exiliados (mantienen la fe pero se sienten atrapados entre la cultura y la iglesia). Finalmente, se destacan tres brechas clave que contribuyen a este distanciamiento: la necesidad de Relaciones significativas y mentoría, la dificultad de integrar la Vocación y la creatividad en la cultura de la iglesia, y la falta de Sabiduría para aplicar el conocimiento religioso.