Episodios

  • Evangelio del jueves 8 de mayo de 2025 - «Yo soy el pan de la vida»
    May 7 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 44-51
    En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
    «Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado, Y yo lo resucitaré en el último día.
    Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
    No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.
    Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
    Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
    Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».
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  • Evangelio del miércoles 7 de mayo de 2025 - «El que cree en mí no tendrá sed jamás»
    May 6 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 35-40
    En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
    «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis.
    Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
    Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.
    Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
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  • Evangelio del martes 6 de mayo de 2025 - «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti?»
    May 5 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 30-35
    En aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús:
    «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”».
    Jesús les replicó:
    «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
    Entonces le dijeron:
    «Señor, danos siempre de este pan».
    Jesús les contestó:
    «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás».
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  • Evangelio del lunes 5 de mayo de 2025 - «La obra de Dios es esta: que creáis en el que Él ha enviado».
    May 4 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 22-29
    Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar.
    Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos.
    Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
    Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
    «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
    Jesús les contestó:
    «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
    Ellos le preguntaron:
    «Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
    Respondió Jesús:
    «La obra de Dios es esta: que creáis en el que Él ha enviado».
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  • Evangelio del domingo 4 mayo de 2025 - «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».
    May 3 2025
    Lectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-19En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
    Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
    Simón Pedro les dice:
    «Me voy a pescar».
    Ellos contestan:
    «Vamos también nosotros contigo».
    Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
    Jesús les dice:
    «Muchachos, ¿tenéis pescado?».
    Ellos contestaron:
    «No».
    Él les dice:
    «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
    La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:
    «Es el Señor».
    Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces.
    Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
    Jesús les dice:
    «Traed de los peces que acabáis de coger».
    Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
    Jesús les dice:
    «Vamos, almorzad».
    Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
    Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
    Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro:
    «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?».
    Él le contestó:
    «Sí, Señor, tú sabes que te quiero».
    Jesús le dice:
    «Apacienta mis corderos».
    Por segunda vez le pregunta:
    «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?».
    Él le contesta:
    «Sí, Señor, tú sabes que te quiero».
    Él le dice:
    «Pastorea mis ovejas».
    Por tercera vez le pregunta:
    «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».
    Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez:
    «¿Me quieres?»
    Y le contestó:
    «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».
    Jesús le dice:
    «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras».
    Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió:
    «Sígueme».
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    5 m
  • Evangelio del sábado 3 de mayo de 2025 (Juan 14, 6-14)
    May 2 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 6-14
    En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás:
    «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
    «Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
    Felipe le dice:
    «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
    Jesús le replica:
    «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre" ? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras, Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
    En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».
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  • Evangelio del viernes 2 de mayo de 2025 (Juan 6, 1-15)
    May 1 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 1-15
    En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
    Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
    Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
    «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
    Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
    Felipe le contestó:
    «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
    Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
    «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
    Jesús dijo:
    «Decid a la gente que se siente en el suelo».
    Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
    Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
    Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
    «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
    Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
    «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
    Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
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  • Evangelio del jueves 1 de mayo de 2025 (Juan 3, 31-36)
    Apr 30 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 31-36
    El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
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