(Salmo 118:24) Cada día es un regalo de Dios, y cada día debe ser entregado a Él. Aprenda los principios bíblicos para aprovechar cada día.

(Salmo 118:24) Los hombres son recordados por sus días extraordinarios, pero se forjan en los días ordinarios. No hay días sin importancia para un seguidor de Cristo. Dios nunca desperdicia un día, y tampoco deberían hacerlo sus hijos.

(Santiago 2:14-18) En el último uso de la palabra “diario” en la Palabra de Dios, se nos recuerda nuestra labor permanente. Cada día debemos procurar atender las necesidades que nos rodean. La vida cristiana diaria no es algo que se guarda para uno mismo, sino algo que se comparte.

(Hebreos 3:13) ¡Nos necesitamos unos a otros! Cristo diseñó la vida cristiana para que se viviera en unión con Él y con los demás miembros de Su cuerpo. Descubre el gozo de la comunión diaria y el poder del ánimo.

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(Hechos 5:42) Cada día es una oportunidad para compartir el evangelio. “He aquí, hoy es el día de salvación.” ¡Hoy podría ser el día en que tengas la alegría de llevar un alma a Jesús! Decide dar testimonio diario.

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(Proverbios 8) ¿Tienes que tomar una decisión? ¿Necesitas orientación? Dios promete sabiduría a quienes lo buscan. Aplica estos sencillos principios del Antiguo y del Nuevo Testamento, y encontrarás sabiduría diaria.

(1 Pedro 4:12-13) Los creyentes se enfrentan a conflictos espirituales todos los días. Este mundo es un campo de batalla y el enemigo siempre se opone a lo que Dios ordena. Solo hay una forma de ganar estas batallas. Encuentra la respuesta en la Palabra de Dios hoy.

(Lucas 9:23) El secreto de la vida diaria es morir de forma diaria. Aprende la lección y vive la vida que Cristo diseñó. Debemos morir a nosotros mismos y rendirnos a Dios.

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