El 5 de diciembre de 1945, cinco bombarderos torpederos de la Marina estadounidense despegaron de Fort Lauderdale para una misión de entrenamiento rutinaria sobre el Triángulo de las Bermudas. Dos horas después, el líder de vuelo reportó por radio que estaban perdidos y que sus brújulas no funcionaban. Las últimas transmisiones fueron confusas y perturbadoras. Los cinco aviones y sus catorce tripulantes desaparecieron sin dejar rastro, y el avión de rescate enviado para buscarlos también se desvaneció misteriosamente. El caso que dio origen a la leyenda del Triángulo de las Bermudas.

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En la víspera de Navidad de 1945, la familia Sodder despertó en medio de la noche cuando su casa en Fayetteville, Virginia Occidental, se consumía en llamas. Los padres, George y Jennie, lograron escapar con cuatro de sus diez hijos. Sin embargo, cinco niños permanecían atrapados en el segundo piso. Cuando los bomberos finalmente extinguieron el fuego, no encontraron restos humanos. Ningún hueso, ningún diente, nada que confirmara que los niños hubieran muerto en el incendio. Lo que siguió fue una búsqueda desesperada que revelaría amenazas, sabotaje y una conspiración que sugería que los cinco niños Sodder habían sido secuestrados. Un caso que desafió a las autoridades durante décadas y que nunca fue resuelto.

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El 21 de octubre de 1978, el joven piloto australiano Frederick Valentich despegó de Melbourne en una rutinaria misión de entrenamiento nocturno. Su destino: la isla King, a solo 125 millas de distancia. Pero lo que comenzó como un vuelo ordinario se convirtió en uno de los misterios de aviación más inquietantes de la historia. Durante los últimos minutos de comunicación por radio, Valentich reportó estar siendo seguido por una aeronave extraña que no podía identificar. Sus últimas palabras antes de desaparecer para siempre fueron perturbadoras y enigmáticas. Un caso que involucra testimonios múltiples, evidencia radar contradictoria, y una grabación que aún genera debates décadas después.

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En este episodio de Crímenes Imposibles exploramos uno de los misterios más desconcertantes del siglo XX: el caso del Hombre de Taured. En 1954, un viajero europeo llegó al aeropuerto de Tokio con documentos aparentemente legítimos de un país que no existe. Su pasaporte, dinero, y credenciales parecían auténticos, pero Taured no aparece en ningún mapa del mundo real.

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En el pequeño pueblo de Woolpit, Suffolk, Inglaterra, durante el reinado del rey Enrique II (siglo XII), ocurrió uno de los misterios más extraños de la historia medieval. Dos niños de piel completamente verde aparecieron de la nada junto a los antiguos pozos de lobos que daban nombre al pueblo. Hablaban un idioma incomprensible, vestían ropas de material desconocido y solo podían digerir habas crudas. Este caso desafía toda lógica y nos enfrenta a preguntas que van más allá de cualquier investigación criminal convencional.

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México, 1986. El vuelo 401 de Mexicana desapareció sobre el Océano Pacífico con treinta y tres personas a bordo. Ni rastros del avión, ni señales de emergencia, ni explicación para la desaparición. Cuarenta años después, sigue siendo uno de los misterios de aviación más desconcertantes de América Latina. ¿Qué pasó en esa noche tormentosa sobre el Pacífico?

Un Boeing 727, una tormenta y treinta y tres almas que se desvanecieron en el océano más grande del mundo.

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España, 1910. Gregorio Valero desapareció sin dejar rastro en el pueblo de Osa de la Vega. Dos hombres confesaron su asesinato bajo tortura y fueron condenados a muerte. Dieciocho años después, Valero apareció vivo en Argentina. El caso que cambió para siempre la justicia española y demostró los peligros de las confesiones forzadas.

Torturas, confesiones falsas y un hombre que regresó de entre los muertos.

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Seattle, 1971. Un hombre elegante secuestró un avión, pidió doscientos mil dólares de rescate y un paracaídas, y saltó a la tormenta nocturna para desaparecer para siempre. DB Cooper se convirtió en el único secuestrador aéreo no resuelto en la historia de Estados Unidos. ¿Héroe popular o criminal despiadado?

Un Boeing 727, una noche tormentosa y el salto más famoso de la historia de la aviación.

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