106 Jesucristo,_el_Consejero_Perfecto__La_Brújula_Divina_para_Decis.mp4

25 DE SEPTIEMBRE

Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Jesucristo, nuestro consejero.

¿Sabes que tienes a tu disposición la mejor fuente de sabiduría? Cuando llega un asunto importante, buscamos al experto: al economista para una inversión, al electricista para una avería, al médico para una dolencia. Es lo más sensato. Pero a pesar de tener al Consejero perfecto —Aquel cuya sabiduría supera todo conocimiento humano— con demasiada frecuencia se toman decisiones sin consultarlo.
Isaías anticipó este regalo: el Mesías sería llamado “Consejero”. Eso significa que la dirección, la claridad y la paz que tantas veces se buscan en mil consejos humanos están disponibles para quien las pide de la fuente correcta. No es una sugerencia; sino que es una invitación práctica: antes de firmar, antes de decidir, antes de comprometer tu vida con algo o con alguien, busca la guía que viene de lo alto.
Las decisiones pequeñas moldean los días; las grandes moldean una vida. Si tú deseo es caminar en el propósito que Dios tiene para ti, la sabiduría divina debe ser tu brújula.
Pedir consejo a Dios no es debilidad ni pérdida de tiempo: es tu mejor inversión para el mañana.
No lo dejes para otro momento. Acude con humildad y honestidad a Dios y presenta tus dudas, pide discernimiento y obedece la dirección que recibas.
La paz que acompaña a una decisión guiada por el Consejero celestial es la evidencia de que no se ha elegido a ciegas, sino con la luz de la verdad.
¿Buscarás el consejo de Dios en todo?

Oración: Ven delante de Dios y pídele perdón por las ocasiones en que has decidido sin buscar su consejo. Pídele humildad para acercarte a Él con tus dudas y valentía para obedecer la dirección que solo Él te da.
¡Que Dios te dé discernimiento para escoger lo que honra su voluntad y conduzca tu vida en sus senderos!. Dios te bendiga. ¡Que tengas un buen día! Amén. ADP