Mit Christus beten
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Narrado por:
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Gabriele
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De:
-
Gabriele
Wie oft ergeht es uns, dass wir vom Alltagsstress in unsere Wohnung, in unser Haus gehen und sagen: "So, jetzt will ich mich hinsetzen und beten." Und wir beginnen zu beten, und es geht nicht so recht. Warum? Weil uns immer wieder Gedanken vom Alltag durch den Kopf jagen, immer wieder lenken sie uns vom Gebet ab. Wenn wir dann weiterbeten und zwischendurch immer wieder die Alltagsgedanken kommen, dann merken wir, dass wir eigentlich gar nicht so richtig beten. Wir fühlen uns schwach. Wir merken, diese Gebete hatten keinen Inhalt. Gleich, wofür wir gebetet haben, wir spüren im Herzen, es kommt nicht an. Wir bleiben unruhig, so, wie wir uns zum Gebet hingesetzt haben. Warum? Weil uns der Alltag noch gefangen hält.
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