Mi salvaje highlander
No se pudo agregar al carrito
Solo puedes tener X títulos en el carrito para realizar el pago.
Add to Cart failed.
Por favor prueba de nuevo más tarde
Error al Agregar a Lista de Deseos.
Por favor prueba de nuevo más tarde
Error al eliminar de la lista de deseos.
Por favor prueba de nuevo más tarde
Error al añadir a tu biblioteca
Por favor intenta de nuevo
Error al seguir el podcast
Intenta nuevamente
Error al dejar de seguir el podcast
Intenta nuevamente
$0.00 por los primeros 30 días
Escucha audiolibros, podcasts y Audible Originals con Audible Plus por un precio mensual bajo.
Escucha en cualquier momento y en cualquier lugar en tus dispositivos con la aplicación gratuita Audible.
Los suscriptores por primera vez de Audible Plus obtienen su primer mes gratis. Cancela la suscripción en cualquier momento.
Compra ahora por $5.50
-
Narrado por:
-
Virtual Voice
-
De:
-
Sarah Jane Rose
Este título utiliza narración de voz virtual
Voz Virtual es una narración generada por computadora para audiolibros..
Un pequeño accidente provoca que la joven Megan Campbell termine viajando al pasado justo unos días antes de su boda. Asustada y rodeada de highlanders salvajes, se pregunta cómo regresar junto a su prometido cuando, de pronto, se ve inversa en una ceremonia que no esperaba.
O se casa con Evan Rothesay o se vuelve prisionera del clan Ferming. No tiene escapatoria, pero ella está convencida de que cueste lo que le cueste, regresará a su hogar.
—Estoy a punto de casarme con otro hombre —respondo, seria.
Cada vez me cuesta más mantener el control sobre mí misma y gestionar mis sentimientos.
—Pues olvídate de él cuanto antes, porque esta noche pasarás a ser mía.
—¡Yo no soy ninguna maldita propiedad, Evan! —exclamo, alterada, levantándome de un salto de la cama—. ¡Estoy harta de que todo el mundo se crea en el derecho de decidir qué será de mi destino!
La puerta de la habitación se abre y la señora Bowie aparece en escena. Yo estoy frente a Evan, encarándole sin temor con la mano alzada en alto. Él me sujeta la muñeca con fuerza y me mira con tanta agresividad que tiemblo al pensar que está a punto de pegarme.
—Que te quede esto muy claro… —suelto con la voz ronca en un intento absurdo de parecer valiente—. Si se te ocurre ponerme un solo dedo encima no te lo perdonaré jamás. Y ya pueden azotarme hasta arrancarme la piel de la espalda, porque nada ni nadie logrará que me una a ti por voluntad propia.
Él me observa boquiabierto, sin saber qué decir, justo antes de liberarme. Siento el corazón desbocado y me esfuerzo por respirar lentamente, calmándome.
—No sé dónde te han criado, Megan Campbell, pero en este lugar las cosas no funcionan así —resopla él, justo antes de abandonar la estancia de forma abrupta y precipitada, sin siquiera despedirse de mí—. Prepárate para esta noche… Hay una boda que celebrar.
Todavía no hay opiniones