
La modernidad ignorante
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Narrado por:
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Virtual Voice

Este título utiliza narración de voz virtual
Acerca de esta escucha
Estamos construyendo unas máquinas, unas ciudades, unas sociedades, un mundo, más inteligente que cada uno de nosotros. La pregunta es si esta socialización del conocimiento e individuación de la ignorancia supone un mayor control de nuestro futuro o si, por el contrario, nos arroja en manos de una segunda naturaleza construida que, como ha señalado Giddens, puede terminar por imponernos rumbos desbocados en una sociedad del riesgo (Beck), que puede llegar a enfrentarnos con crisis sin precedentes (¿transformativas?).
Parafraseando a Ortega y Gasset, deberíamos reflexionar sobre si no estamos en presencia de una rebelión de las elites, de los sabios ignorantes en todo lo que no sea su especialización.
La sospecha que planea sobre nuestro tiempo no es tanto si seremos superados por los robots y la inteligencia artificial, sino si podremos escapar de los dictados de una sociedad exponencialmente más inteligente que cada uno de nosotros.
La ignorancia propia del arquetipo del homo ignorans que propone el autor, estaría creciendo al mismo ritmo que el conocimiento almacenado socialmente; y lo estaría haciendo con la misma cadencia que la necesaria y obligatoria confianza en la estructura social, en la sociedad inteligente.
La búsqueda de conocimiento estaría siendo reemplazada por la persecución de las destrezas para conseguirlo y por una confianza racional en la sabiduría de la sociedad y en los artefactos construidos por otros hombres, una confianza inteligente; la otra cara del incremento del no saber en nuestra modernidad ignorante.