EL VIENTO TIENE SUS NOMBRES Audiolibro Por FERNANDO D´SANDI arte de portada

EL VIENTO TIENE SUS NOMBRES

Poesía de duelo para sanar el alma

Muestra de Voz Virtual

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EL VIENTO TIENE SUS NOMBRES

De: FERNANDO D´SANDI
Narrado por: Virtual Voice
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Este título utiliza narración de voz virtual

Voz Virtual es una narración generada por computadora para audiolibros..
El viento tiene sus nombres no enseña a dejar ir, enseña a quedarse de otra forma.
No pretende curar, sino acompañar el dolor hasta que se acomode en el pecho.
Dicen que el viento no sopla solo.
Que a veces trae murmullos, recuerdos, nombres…
los de quienes ya no están, pero aún nos respiran en la piel.

Este libro nació de ahí:
de ese silencio que se llena de presencia,
de esa lágrima que no pide consuelo,
de esa costumbre de hablar con los muertos como quien conversa con el alma misma.
Cada página es una vela encendida,
una palabra que huele a copal,
una promesa dicha despacito para que el alma no se asuste.
Aquí la muerte no es enemiga,
es una vieja conocida que sabe venir y quedarse en la memoria.

Hay capítulos que suenan a oración,
otros a suspiro,
y algunos a esos silencios que solo se entienden cuando uno ha perdido.

Dicen que el viento no sopla solo.
Que a veces trae murmullos, recuerdos, nombres…
los de quienes ya no están, pero todavía nos respiran en la piel.

Este libro nació de ahí:
del silencio que se llena de presencia,
de la lágrima que no pide consuelo,
de la costumbre de hablar con los muertos como quien conversa con su propia alma.

El viento tiene sus nombres no enseña a dejar ir,
enseña a quedarse de otra forma.
No pretende curar, sino acompañar el dolor hasta que se acomode en el pecho.

Cada página es una vela encendida,una palabra que huele a copal, una promesa dicha despacito para que el alma no se asuste. Aquí la muerte no es enemiga, es una vieja conocida que sabe venir y quedarse en la memoria.

Hay capítulos que suenan a oración,
otros a suspiro, algunos a esos silencios que solo se entienden cuando uno ha perdido.

Este no es un libro para leer: es un libro para sentir.
Para llorar sin vergüenza, para recordar sin culpa, para mirar al cielo y entender que el amor nunca se va del todo.

Porque hay nombres que no se borran, solo cambian de forma…
y vuelven con el viento, cada vez que alguien los pronuncia con el alma.
Una obra literaria profundamente humana, donde la poesía y la tanatología se dan la mano para recordarnos que nadie muere del todo mientras exista quien lo nombre.
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