EL CÓDIGO EDUCATIVO DE CONFUCIO

De: CALIXTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, ROSALÍA ROUCO

Narrado por: Virtual Voice

EL CÓDIGO EDUCATIVO DE CONFUCIO Entre los muchos pensadores que a lo largo del desarrollo de la humanidad han centrado su atención en la esfera educacional merece especial atención el sabio, filósofo y pensador chino Kung-Fu-Tsu (Confucio), que en los albores de la civilización, hace más de 2 500 años desarrolló una ejemplar actividad educacional entre sus discípulos, provenientes de diferentes status sociales y económicos, con lo que demostró que todas las personas pueden acceder a la educación en igualdad de condiciones en contra de los principios discriminatorios y clasistas existentes, que negaban lo anterior. El éxito de su labor fue tal que fueron posteriormente sus propios discípulos quienes escribieron y divulgaron sus doctrinas. Pero este no fue ni mucho menos el gran logro del genial pensador chino cuyas ideas permanecieron ajenas para el mundo occidental durante más de dos mil años. Fue la integralidad de sus doctrinas en las que entrelazó la ética y la moral con la educación con el fin de formar ciudadanos capaces para dirigir la sociedad, lo que en definitiva lo consagra como una de las figuras más relevantes de la historia, así como su defensa a ultranza de los valores humanos y la esencia del hombre como bueno por naturaleza en una época que se observaba todo lo contrario. El hecho de demostrar sus teorías en la práctica, con sus discípulos, es lo que distingue a Confucio de muchos otros pensadores y teóricos de la educación, también el que ellos mismos se dispusieran a continuar su labor y divulgar sus ideas que se centraban en un enfoque amplio e integral del universo cognoscitivo, dentro de los que se destaca la ética, la moral, la política, entre otras. El que haya logrado esto, es fiel reflejo de que supo llegar a la conciencia de éstos y formarlos con elevados principios, tal como el querría que fuesen los caballeros que pudiesen dirigir la sociedad humanista a que aspiraba. Confucio no solo fue maestro, aspiraba a desarrollarse en el mundo de la política cosa que no logró o solo a medias, dadas las condiciones sociopolíticas imperantes donde era necesario, más que el talento y la inteligencia, provenir de castas privilegiadas: de aristócratas, terratenientes y nobles, o pertenecer a los estrechos círculos familiares de los gobernantes. Tal vez defraudado e imposibilitado de lograr sus propósitos se refugió en la educación de sus discípulos para que estos recogieran sus ideas y algún día las llevaran a cabo o las generaciones posteriores. como en gran medida ha sido. China hoy es un país poderoso unificado, independientemente de diferencias étnicas propias de un territorio tan extenso. También sus doctrinas se divulgan abiertamente, aunque esto no siempre fue así: hubo épocas en que sus partidarios y seguidores fueron ferozmente perseguidos y a duras penas pudieron salvarse sus obras de la destrucción a que estaban condenadas. En otras, incluso hasta épocas relativamente recientes, cuando menos sus doctrinas humanistas, fueron negadas u olvidadas o simplemente tomado como el Tío o el maestro Confucio, como un sabio pacífico bonachón negando todo el mensaje político que encierran sus ideas, sobre todo en la necesidad de formar gobernantes aptos para dirigir extraídos por meritos propios entre todas las clases y status sociales.