Deplatformed

De: Clara Sullivan

Narrado por: Virtual Voice

Las redes sociales se han convertido en parte de la vida de la mayoría de las personas y están destinadas a evolucionar enormemente a medida que incorporamos cada vez más los avances tecnológicos en nuestras vidas. Desafortunadamente, las empresas de medios sociales no han sido debidamente responsabilizadas por la comunicación a través de sus redes, y aunque casi todas estas empresas son muy innovadoras y han empoderado a muchas personas en todo el mundo, ha tenido un costo para el orden público, que es directamente como resultado de una legislación deficiente y equivocada y de no responsabilizar a estas organizaciones por la comunicación que permiten a través de sus redes. En esencia, las redes sociales son revolucionarias, pero estas empresas tienen la obligación con la sociedad y con ellas mismas de ayudar a mantener el discurso civil y el orden público. Se deben crear algoritmos para detectar y desmontar a las personas para detener el comportamiento organizado que conduce a la violencia y el malestar social dentro de la sociedad. Actualmente, las empresas de medios sociales tienen muy pocos incentivos para detener la violencia alimentada por el odio y la desinformación que se comunica y planifica a través de sus redes porque se benefician de las noticias creadas a partir del comportamiento destructivo. Los gobiernos tienen la obligación de establecer un marco legal para hacer frente a los cambios en la tecnología para la sociedad, y no hacerlo en este caso es imprudente y ha llevado innecesariamente a millones de personas a sufrir daños físicos y emocionales. Si las empresas de redes sociales no pueden monitorear adecuadamente las interacciones a través de su red, entonces son parte del problema, es decir, terroristas nacionales e internacionales. Teniendo en cuenta el efecto Dunning-Kruger, los sitios de redes sociales están dominados por individuos que están menos informados, y esto lleva a los influencers a desinformar a otros de la manera más abierta jamás disponible en la historia de la humanidad. Esta es la naturaleza del efecto, pero en los casos de las redes sociales, puede provocar un daño emocional y físico masivo. La información que atraviesa las redes sociales debe ser monitoreada y verificada, y las personas deben ser suspendidas y removidas en correlación con las políticas de los sitios. Los sitios deben ser legalmente responsables del contenido de sus redes para que esto sea una realidad porque si no se los obliga a hacerlo mediante la legislación, nunca sucederá como resultado de la especulación de daños públicos, disturbios civiles, etc.