Crímenes de odio chinos

De: Sylvia Finebaum

Narrado por: Virtual Voice

Duración: 56 m

Resumen del Editor

Todos lo saben. China es la historia de éxito económico de los últimos 50 años, y tienen la economía más grande del mundo. También comenzaron el bloque comercial más grande del mundo, RCEP, que se anunció el día después de la elección del presidente Biden. También han sido extremadamente tímidos y poco cooperativos con la OMS durante casi dos años con respecto a COVID19 y no han explicado al mundo por qué tardaron noventa días en informar el brote dentro de su nación al resto del mundo. Por qué? El etnocentrismo y el odio son parte de la cultura china, y el Partido Comunista Chino no es más que un Tercer Reich moderno y exitoso. Los chinos Han se han convertido en el equivalente de la ambición de Hitler para una carrera maestra, pero no escucharán sobre esto o el bulto juvenil masculino que estamos experimentando en el este de Asia ahora en las principales redes de noticias a nivel mundial porque todos tienen miedo de ofender. En cambio, nos bombardean sobre las noticias de que los afganos pobres son una amenaza para la democracia occidental. No lo son, y nunca lo han sido. La mayor amenaza para la paz mundial y la raza humana es el Partido Comunista Chino, y la liberación de COVID19 fue solo una muestra de lo que está por venir. Estamos en el precipicio de un momento importante en la historia, y la gente debería estar indignada de que China haya jugado con sus vidas. Eliminar a China de la OMS, la OMC y las Naciones Unidas en combinación con embargos y boicots de bienes hechos en la nación es solo un comienzo de lo que debe hacerse para mantener la paz, la solidaridad, el liberalismo, la democracia y los derechos individuales para las generaciones futuras en Tierra. China no le tiene miedo a su país, y no les importa. Alguien olvidó informar a los chinos que hay miles de millones de patriotas en todo el mundo dispuestos a sacrificar sus vidas en nombre de la libertad, la justicia y la felicidad individual. Puede ser hora de mostrarle a China lo que realmente representa el mundo y lo que nosotros y nuestros antepasados luchamos siglo tras siglo para lograr.