Capítulo 3.

En La llave maestra, Mariano Marquevich hace un resumen de los más importantes, y luego, de modo aséptico (libre de religiones o corrientes filosóficas) y dinámico, construye su propia propuesta. La idea es alejarse de las recetas generalizadoras para crear un método racional que permita al lector descubrir sus propias herramientas para estar mejor. En este recorrido, el autor hace hincapié en una figura clave que llama el Santo pero que nada tiene que ver con el misticismo sino con esa voz interna que busca felicidad real, que dialoga con el ego para intentar acercarnos a nuestro ser, aunque no siempre lo consiga. De modo informal y por momentos divertido, el autor presenta una guía para ayudar al Santo a ser más fuerte, a que encuentre su propia manera de reconducirnos a la felicidad y resulte más sencillo transitar el camino entre el ego y el ser.

Capítulo 2.

En La llave maestra, Mariano Marquevich hace un resumen de los más importantes, y luego, de modo aséptico (libre de religiones o corrientes filosóficas) y dinámico, construye su propia propuesta. La idea es alejarse de las recetas generalizadoras para crear un método racional que permita al lector descubrir sus propias herramientas para estar mejor. En este recorrido, el autor hace hincapié en una figura clave que llama el Santo pero que nada tiene que ver con el misticismo sino con esa voz interna que busca felicidad real, que dialoga con el ego para intentar acercarnos a nuestro ser, aunque no siempre lo consiga. De modo informal y por momentos divertido, el autor presenta una guía para ayudar al Santo a ser más fuerte, a que encuentre su propia manera de reconducirnos a la felicidad y resulte más sencillo transitar el camino entre el ego y el ser.

Capítulo 1. Parte B

Hemos dividido este primer capítulo en dos partes.

En La llave maestra, Mariano Marquevich hace un resumen de los más importantes, y luego, de modo aséptico (libre de religiones o corrientes filosóficas) y dinámico, construye su propia propuesta. La idea es alejarse de las recetas generalizadoras para crear un método racional que permita al lector descubrir sus propias herramientas para estar mejor. En este recorrido, el autor hace hincapié en una figura clave que llama el Santo pero que nada tiene que ver con el misticismo sino con esa voz interna que busca felicidad real, que dialoga con el ego para intentar acercarnos a nuestro ser, aunque no siempre lo consiga. De modo informal y por momentos divertido, el autor presenta una guía para ayudar al Santo a ser más fuerte, a que encuentre su propia manera de reconducirnos a la felicidad y resulte más sencillo transitar el camino entre el ego y el ser.